Eran las 6:17 del viernes 19 de enero de 2024 cuando Sebastián Ochoa (26), que estaba a una semana de ser papá, salió de trabajar como playero en una estación de servicio Shell de la localidad bonaerense de José C. Paz. Estaba a 20 minutos de su casa, en el camino fue sorprendido por cuatro motochorros que, pese a que no se resistió, lo mataron para robarle la moto. A un año del crimen, su familia pide justicia, mientras aguarda por el comienzo del juicio.
De los cuatro motochorros, que estaban en dos motos, solo dos de ellos fueron detenidos e irán a juicio. Se trata de Hernán Ariel Bonda (21) y Elias Santiago Fernández (20), que fueron capturados meses después del brutal crimen.
Fernández y Bonda, que fue el que le disparó a Ochoa están imputados por “robo agravado por el empleo de arma de fuego en concurso real con el homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, criminis causa y con el concurso premeditado de cuatro personas en carácter de coautor”.
La causa se elevó a juicio el pasado 26 de diciembre de 2024 y quien definirá la culpabilidad de los sospechosos será un jurado popular. Todavía no hay fecha para el comienzo del juicio, pero se estima que sea en los próximos meses.
Fernández se encuentra alojado con prisión preventiva en la Unidad Carcelaria N°45 del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Melchor Romero. Bonda, en tanto, está arrestado -también con preventiva- en la Unidad Carcelaria N°2 del Servicio Penitenciario Provincial de Sierra Chica.
Los dos delincuentes que iban en la otra moto están nombrados en la causa, “pero no hay pruebas suficientes para que puedan detenerlos”, según le contó a TN la mamá de la víctima, Carmen De Sánchez.
Fuente: TN